El día 12 de Mayo empezamos esta carrera por el corazón de Picos de Europa.
Aquí tenéis el video que pude hacer con mi gopro
Benia de Onís era el escenario de la salida de esta carrera espectacular.
55kmts, 5500 metros positivos , toda una aventura.
Partimos de la localidad deBenia de Onis y la primera impresión antes de la salida particularmente, era la sensación de temor. Me enfrentraba al mayor reto que jamás había vivido, y no sabía si estaba lo suficientemente preprarado para ello.
Además y muy importante que creo que influyó y es que yo no llevaba bastones que podrian servir durante la carrera.
En mi prepación si es verdad que nunca ha incluidos bastones, en el sur casi ninguna carrera los requiere.
A pesar de todo allí estaba en el comienzo de la carrera con otros muchos locos anestesiados por los momentos previos.
La previsión previa era fea .posibilidad de lluvia y de tormenta que quizás nos diese una tregua a lo largo de la carrera.
Los primeros kilómetros fueron bien, por subidas saliendo de Benia , subidas llena de barro, en las que ya noté que unos bastones hubieran sido muy útiles.
Los paisajes eran asombrosos . LLegámos a la ruta del Cares después de una bajada tremenda lleva de piedras enormes en las que había que guardar la precaución.
La ruta del Cares, en donde no se podía correr puesto que pasábamos por un desfiladero hasta llegar al Jultayu que nos sorprendía de momento puesto que teníamos que subir en 3 kmt 1400 metros
.
La subida, quizás la mas dura que hice nunca, en la que algunos tramos casi que los hacía trepando, añandiendo que empezó a nevar. Las manos a pesar de los guantes casi que no las sentía.
Haasta que conseguimos subir... y el resto era por Vega de Ario donde ya la nevada era copiosa, y es donde me invadió la idea de abandonar.
No porque fuera mal de piernas, sino porque iba mal de cabeza. Mi mente decía que no arriesgase puesto que el terrenos resbaladizo, las nevadas, y la lluvia hizo de la carrera un peligro al cual no estaba preparado.
Atravesamos Vega de Ario en lo que más bien parecía un paisaje del norte de Siberia, hasta llegar al refugio de Vega de Ario donde nos sólo yo, sino todos lso corredores llegábamos con temblores, casi con hipotermia, donde los radiadores no daban a basto, incluso la olla de pasta servia para calentarnos las manos .
Salía del refugio y aún nos quedaban 10 kmts en los que se hicieron más a menos, de bajada. Ya dejó de nevar y de llover, hasta que llegamos a Lagos de Covadonga, donde de nuevo empezó a nevar y llover. Hice na última subida.
Era el km 38 me quedaban 17 kmts de bajada más que nada, bajada de piedras barro, mucho barro y entonces fue cuando decidí abandonar. No arriesgar.
De todas a¡formas Picos de Europa siempre seguirá ahí.
